Hace poco más de una semana los saltillenses partieron rumbo a tierras españolas con la firme intención de llegar muy lejos, y no pudieron haberlo hecho mejor, pues luego de una excelente primera ronda, se posicionaron en cuartos de final, luego en semifinales y por último en la Gran Final, en la que derrotaron al anfitrión, campeón del mundo del 2010 y gran favorito, Selección de Barcelona, para proclamarse monarcas únicos.
Guerreros de Coahuila fue la gran sorpresa del torneo desde su inicio, al mostrar en cada partido un estilo de juego muy particular, una garra y actitud de trabajo en equipo, que le permitió imponerse a importantes escuadras, entre ellas Estados Unidos, Corea, Portugal y Japón.
Ya en la Final, México se enfrentó a Barcelona, al cual supo dominar en base a una marcada estrategia para terminar con el marcador final de 3-2 y así proclamarse campeones mundiales.
En los primeros siete minutos ambas escuadras se enfrascaron en un duelo muy parejo, y al minuto 8, en pase filtrado de Gerardo Solís a Gerardo Estrada, éste controló el balón y logró vencer al arquero contrario para el 1-0.
México incrementó la ventaja a 2-0 cuando, al minuto 15 en jugada de triangulación, Josué Misael Domínguez perforó nuevamente las redes de los españoles.
El cuadro azteca tomó las cosas con más calma al anotar el tercer gol cuatro minutos después por medio de Jorge Posada, pero el cuadro local descontó el primero poco antes de finalizar el primer tiempo.
En la parte complementaria los españoles volvieron a anotar y complicaron la situación, pero el tiempo se les terminó y finalmente el cuadro mexicano se alzó con la victoria.
Guerreros de Coahuila fue la gran sorpresa del torneo desde su inicio, al mostrar en cada partido un estilo de juego muy particular, una garra y actitud de trabajo en equipo, que le permitió imponerse a importantes escuadras, entre ellas Estados Unidos, Corea, Portugal y Japón.
Ya en la Final, México se enfrentó a Barcelona, al cual supo dominar en base a una marcada estrategia para terminar con el marcador final de 3-2 y así proclamarse campeones mundiales.
En los primeros siete minutos ambas escuadras se enfrascaron en un duelo muy parejo, y al minuto 8, en pase filtrado de Gerardo Solís a Gerardo Estrada, éste controló el balón y logró vencer al arquero contrario para el 1-0.
México incrementó la ventaja a 2-0 cuando, al minuto 15 en jugada de triangulación, Josué Misael Domínguez perforó nuevamente las redes de los españoles.
El cuadro azteca tomó las cosas con más calma al anotar el tercer gol cuatro minutos después por medio de Jorge Posada, pero el cuadro local descontó el primero poco antes de finalizar el primer tiempo.
En la parte complementaria los españoles volvieron a anotar y complicaron la situación, pero el tiempo se les terminó y finalmente el cuadro mexicano se alzó con la victoria.
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